¿Por qué estudiar en Europa?

Las universidades europeas disfrutan de una reputación establecida por la excelencia de sus estándares académicos, su investigación de vanguardia y su buena relación calidad-precio. Según la Clasificación de Universidades del Mundo elaborada por The Times en 2012, 31 de las 100 universidades más destacadas del mundo son universidades que están en Europa, lo que las convierte en el segundo mayor bloque de universidades tras los Estados Unidos.

En total, existen más de 4.000 instituciones de educación superior en Europa, que ofrecen una amplia variedad de grados, másteres y doctorados. Cada vez son más las instituciones europeas que están introduciendo el inglés como idioma de instrucción para al menos algunos de sus programas, por lo que se encuentran en una situación más favorable que nunca antes para ofrecer una cálida bienvenida a los estudiantes internacionales y proporcionarles cursos que cumplan todos sus requisitos profesionales en el mercado global de hoy. Esto es algo especialmente evidente a nivel de posgrado: el número de másteres en inglés que se imparten en la Europa continental ha aumentado en gran medida desde algo más de 1.000 en 2007 a más de 5.000 en la actualidad. Los programas de grado impartidos en inglés están disponibles en un amplio abanico de disciplinas desde Gestión de Empresas y Economía (que actualmente son los más populares, con un 28% de todos los másteres impartidos en inglés en Europa) hasta Ingeniería, Ciencias Biológicas (incluida Medicina), Ciencias Sociales y Humanidades.

A raíz de la Declaración de Bolonia de 1999, se han alineado los sistemas de educación superior de toda Europa en un sistema de tres ciclos, compuesto de la siguiente forma:

  • Grado (3-4 años de duración)
  • Máster (1-2 años de duración)
  • Doctorado (3 años de duración)

Como parte del Proceso de Bolonia, se ha introducido un Sistema Europeo de Transferencia de Créditos (ECTS), que permite a los estudiantes matriculados en una institución europea de educación superior trasladarse a otra universidad de Europa —o de cualquier otro lugar—, y transferir fácilmente los créditos acumulados. El ECTS ayuda a los estudiantes a pasar de una universidad a otra durante un ciclo (normalmente solo en el caso de los programas de grado) o trasladarse a otra universidad al finalizar un ciclo para emprender estudios superiores (por ejemplo, tras completar un grado en una universidad se puede pasar a otra para cursar un máster).

Desde hace muchos años, las universidades en Europa abren sus puertas a estudiantes de otros países. Con la inimitable combinación de un estilo de vida moderno y de calidad con su rico patrimonio histórico, estudiar en Europa es una experiencia sin igual para el universitario.